En el Despacho Penedès somos especialistas en Derecho de Familia, que regula los aspectos relacionados con la persona y su relación familiar, paternidad, matrimonio, herencias, etc …
Ante una crisis matrimonial es esencial poder contar desde el primer momento, con asesoramiento legal para saber cómo afrontar la situación y las múltiples opciones que se puedan plantear.
No sabiendo al principio de la ruptura, cómo será el proceso de separación, es imprescindible adoptar ciertas precauciones económicas, patrimoniales, familiares e incluso con los hijos para evitar mayor conflictividad en el proceso.
Asimismo, recomendamos un estudio y planificación de fiscalidad y tributación de las diferentes opciones que la legislación permite, para evitar una carga fiscal innecesaria.
En ocasiones, la conflictividad de un proceso de divorcio, no se limita al momento de la separación, sino que pasado un tiempo pueden surgir numerosas cuestiones que deben regularse, por cambio de circunstancias económicas, por cambio de situación o necesidad de los hijos, modificación de las pensiones de alimentos o compensatoria, etc … En ocasiones, es necesario acudir a los juzgados, para hacer cumplir las Sentencias de divorcio, sean tanto en reclamación de pensión de alimentos como en el cumplimiento del régimen de visitas entre otros.
Actualmente, se ha generalizado la convivencia de parejas sin vínculo matrimonial, aunque no se tiene plena conciencia de hallarnos ante una situación jurídica muy similar al matrimonio en cuestiones de derecho sucesorio, patrimonial, relaciones económicas, entre otras;
especialmente cuando se han tenido hijos comunes. Todo ello hace imprescindible regular las rupturas de parejas de hecho, de forma análoga al las situaciones de matrimonio, regulando los efectos de su disolución para evitar más problemas en el futuro.
En muchas ocasiones, hay personas especialmente vulnerables con el ritmo de vida actual que necesitan una protección jurídica específica tanto por circunstancias de nacimiento, como por su avanzada edad. En estas situaciones es imprescindible proteger a la persona y su patrimonio, para evitar abusos de terceras personas.